Los vecinos quillotanos tendrán que decidir este sábado 26 y domingo 27 entre la opción que representa Luis Mella, el histórico médico que estuvo en el poder por 29 años; o continuar con el proyecto que lidera Óscar Calderón en esta comuna con más de 100 mil habitantes.
La ciudad de Quillota vive una de sus elecciones más emblemáticas de los últimos 30 años. Nunca había habido en la comuna tanta incertidumbre de cara a una elección. Por años nunca se discutió que Luis Mella era el vencedor. De hecho, nadie se atrevía a competir con el doctor más querido de la ciudad. Solo Rodrigo Jarufe estuvo cerca de vencerlo, sin embargo, en el resultado final el médico de profesión lo apabulló igual.
Luis Mella es una de las personas que más años ha sido Alcalde de una comuna. Gobernó más de 30 años, más que el tiempo que permaneció en el poder Augusto Pinochet, por ejemplo. Generaciones enteras en la ciudad de Quillota solo tuvieron como Alcalde a la figura de este querido y respetado profesional de la salud.
La historia de cómo dejó de ser Alcalde es conocida. La ley le prohibió re re re postularse y, en su lugar, él mismo dejó a uno de sus amigos y colaboradores más cercano, el hombre que por años fue parte de su equipo tanto en la Dideco (Dirección de Desarrollo Comunitario) y también en la administración municipal: Óscar Calderón, actual Alcalde de la comuna.
¿PERO QUIÉN ES REALMENTE LUIS MELLA?
Para contextualizar a Luis Mella es inevitable no meterse en su vida personal. Nadie podría negar que el doctor es un hombre público. Hoy el mismo caso de Manuel Monsalve muestra cómo cada vez es más relevante conocer todos los aspectos de una figura política y sobre todo de una de las personas más queridas y respetadas de una ciudad.
Luis Mella está separado hace años, pero tiene una pareja también hace muchos años. Se trata de una profesional que conoció justamente en el Municipio de Quillota y que actualmente sigue trabajando en ese lugar. Fue contratada por petición de él mismo –cuentan fuentes al interior del Municipio– aunque hace meses se encuentra con licencia.
Esta situación del doctor no tiene nada de anómalo, al contrario, sin embargo, no se muestra con su nueva pareja, no se refiere a ella y es una de las razones fundamentales por las que nunca este médico ha querido acceder a una entrevista con este medio.
Mella siempre se ha mostrado como un hombre de familia en su discurso. En su planteamiento de la forma de ver la vida, quienes lo conocen de cerca cuentan que pareciera que aún no se perdona haberse separado, aunque hoy en la sociedad que vivimos es un hecho normal.
Ese “doble estándar” que parece tener Luis Mella y que tanto le complica, también refleja en él poca transparencia, dicen sus detractores. Siempre Mella ha querido aparecer como “el hombre perfecto”, el “ciudadano ilustre”, ese hombre “bondadoso”. Si solo basta escucharlo hablar para contextualizar el personaje que este doctor ha construido en torno a su figura, figura que claramente –según su propio estilo– no encajaría con develar que efectivamente es separado y con una pareja más joven que él.
Los años también han ido desnudando la verdadera personalidad de Luis Mella. Por años habló de la importancia de la “felicidad del ser humano”, creó uno de los proyectos de asistencialismo más hermosos del país como es La Casa de Acogida. En aquel lugar se le da un trato digno a muchos quillotanos que tratan de pasar sus últimos meses de vida dignamente. El proyecto de Casa de Acogida de Mella es, quizás, su joya en 29 años de gestión. Por eso para él era tan importante que el Municipio de Quillota recibiera en comodato el Hospital San Martín.
Mella es un soñador y realmente en cada relato en los medios locales donde da entrevista (en su gran mayoría entrevistas pagadas por él mismo o en su minuto por el propio Municipio de Quillota cuando era Alcalde) fue construyendo un relato que por años la ciudadanía le creyó.
Mella le hizo creer a los quillotanos que serían la “capital de la felicidad”. Les hizo creer que en el Parque El Edén de Quillota se instalarían universidades de todo el mundo que iban a venir a la ciudad a generar centros de estudios. También les hizo soñar con un Parque Tecnologico Industrial, que darían empleo a la ciudad; que llegarían empresas españolas, inclusive hasta logró convencer a figuras de la derecha emblemáticas, como Sergio Romero, que lo recibieron en España.
Mella viajó por varios países contando y replicando su proyecto de la felicidad del ser humano, fue reconocido internacionalmente. El doctor, sin dudas, era capaz de generar eso en la ciudad. Los hacía soñar y los quillotanos le creían.
Las obras de los 29 años de Alcalde en la ciudad no son menores. Hay dos emblemáticas: una de ellas es el hermoso estadio Lucio Fariña Fernández y el otro es el cambio de la línea férrea que pasaba por donde está la avenida Condell. De hecho, todavía hasta el día de hoy Mella habla de aquello. Es la huella sin duda que dejó… pero en 29 años. Estamos hablando que es toda una vida siendo alcalde.
La capacidad comunicacional de Mella es impresionante. Literal, en su mandato, no había radio de la ciudad que no tuviera un contrato con el Municipio. Hasta el diario local, uno de sus principales clientes, siempre fue el Municipio de Quillota. Nadie se atrevía a cuestionarle algo. Las entrevistas en las radios eran verdaderas odas a su actuar, a su gestión. Incluso hoy uno de aquellos importantes locutores que por años lo entrevistó es parte relevante en su campaña. Un solo comunicador en algún minuto le hizo una entrevista un poco incomoda al Alcalde. Horas después fue despedido. Hoy trabaja en el sur del país.
Mella vetó por años a quienes lo incomodaban. Puranoticia.cl es claro ejemplo de aquello. Pero poco a poco los años no sólo han revelado la personalidad de este verdadero caudillo local. Este médico nunca tuvo un parangón de comparación con nadie. El más cercano fue José Antonio Rebolar, hoy verdadero fan del doctor, pese a que es candidato de Renovación Nacional. Sólo se pudo comparar a Mella en estos últimos tres años cuando su amigo Calderón ha estado al mando de la ciudad y paradojalmente fue este último quien reveló quizás la característica que más hoy se le cuestiona al doctor: ”Que no es un hombre de palabra”.
SE TERMINA LA AMISTAD
Cuando Mella no pudo ir a la repostulación como Alcalde, convenció a Óscar Calderón para que ocupará su cargo y que él lo iba a apoyar. Y así lo hizo. Inclusive Mella renunció a la Democracia Cristiana, que en ese minuto llevó a Mauricio Ávila para reemplazar al doctor. Sin embargo, fiel a su estilo, el médico hizo lo qué él quiso y puso a su delfín en la Alcaldía.
El acuerdo entre ambos era claro. Serían al menos dos periodos los que Calderón estaría al mando. Otra condición era que su amigo le pidió al doctor que “no militaría en ningún partido”.
Tres años después Mella rompe el acuerdo. Y ni siquiera en forma personal, sino que vía WhatsApp le comunica que será candidato y que va a competirle.
¿Qué pasó? Las hipótesis son varias. Lo concreto es que no existe ningún tipo de razón política para que alguien pudiese entender la decisión de Mella. Es más, Calderón ha demostrado ser mejor administrador y gestor municipal que el propio doctor. Por eso mismo la gestión de su amigo debería haberlo llenado de orgullo, sobre todo aún más cuando el propio Calderón salvó el proyecto que se espera instalar en el Hospital San Martín de Quillota, que tanto ha defendido el propio médico.
Sin embargo, todos los ojos apuntan a que justamente este “doble estándar” de Mella, que comentábamos al inicio de la nota, reaparece en su personalidad. Esa poca capacidad de fidelidad que parece tener el doctor, esa poca capacidad de cumplir con la palabra empeñada y sobre todo con la lealtad de su entorno más cercano. Quienes conocen a Mella desde años y han trabajo con él cuentan que hoy se entiende quizás de mejor manera la vida personal del Alcalde con su actuar en lo político. Hay códigos que parecen no existen para el profesional de la salud. Uno de ellos la fidelidad.
Lo concreto es que Calderón, tras conocer la decisión de su amigo, se derrumbó. El entorno del hoy Alcalde de Quillota, que es el mismo equipo que dejó Mella –sólo cambios menores– tampoco entendió. Se prendieron las luces en la interna y comenzaron a leer algunas cosas que quizás molestaron a Mella. La primera, no darle el protagonismo en el tema del comodato del Hospital San Martín; la segunda, el protagonismo que estaba teniendo Cristian Mella, el hijo del doctor y actual Consejero Regional (Core), en la vida del doctor.
Mella estaba más solo, ya no brillaba en la ciudad, y Calderón, al cumplir tres años en su mandato, comenzaba a mostrar un sello propio. Eso molestó a los Mella y sobre todo al ver que el delfín que había dejado al mando del Municipio comenzaba a operar con más autonomía.
Calderón, por su parte, no podía creer lo que su amigo le estaba haciendo. Nadie podía creer que Mella hiciera lo que hizo. Es más muchos, inmediatamente pensaron: “Que habrá hecho Calderon”. Pero los meses demostrarían que simplemente Mella echaba de menos el poder de ser Alcalde y el protagonismo que ese cargo le da. Siempre el doctor se ha sentido superior a los otros y, en su propio discurso, intentar justamente despertar aquella admiración que siente por él mismo en los otros.
El propio Óscar Calderón dijo que tras conocer la decisión de Mella él sintió » afectación, desmotivación y desencanto». De hecho, cuando supo de la decisión de su amigo, el hoy Alcalde dudó de ir a la reelección.
«Esta situación –no lo negaré– me ha afectado bastante porque para mí el ex alcalde no es un desconocido», esta literalmente destrozado Calderón con la «traición» de su amigo Mella.
SE ABRE LA CAJA DE PANDORA
Fue en el mes de mayo cuando la Contraloría General de la República destapó una verdadera caja de pandora en Quillota, que puso en la memoria de la gente la serie de irregularidades administrativas que tuvieron los 29 años de Mella en la ciudad.
Mella fue cuestionado en innumerables veces por la Contraloría. El caso de la basura es un hecho emblemático. Los informes con las irregularidades conocidas en el centro turístico de El Edén. Los millonarios leaseback que tuvo que realizar para tapar el déficit financiero de su gestión. Y ahora quedaba nuevamente expuesto que una de sus últimas obras, de la cual fiel a su estilo el doctor siempre se vanaglorió, fue el Mall de Quillota.
La Contraloría este 2024 develó que en la gestión de Luis Mella se cometieron sendas irregularidades en los permisos que permitieron que el Mall de Quillota funcionara. Esta denuncia la había hecho una nota periodística de nuestro medio dos años antes. En ésta se mencionaba cómo el doctor que estaba al mando de la ciudad hizo comodatos con la empresa propietaria del mall, que le generaron graves daños a la comuna.
Cuando este informe se hace público lo cierto que ya la relación Calderon y de Mella estaba en el suelo y sobre todo después de conocerse el gran acierto que ha tenido el delfín del doctor: logró que el municipio tuviera déficit cero.
EL DÉFICIT CERO DE CALDERÓN
Días antes que se conociera el demoledor informe de Contraloría que terminó por develar las graves irregularidades generadas en la gestión Mella y que pusieron en peligro el cierre del Mall de Quillota, el alcalde Óscar Calderón no sólo ya había decidido ir a su primera reelección, pese a la traición del doctor; sino que mostraba en su cuenta pública cómo logró reducir a cero la deuda y aumentar sosteniblemente los ingresos de la comuna.
Este hecho de Calderón develó que el discípulo superó al maestro. Demostró que Calderón es mejor administrador que Mella en la gestión municipal
Calderón además dejó en claro su diferencia con Mella. «Todos tenemos una ideología, pero mi invitación a esta gestión es a ser transversales y sin discriminar, porque todos formamos parte de una misma ciudad», expuso en entrevista con Puranoticia.cl.
Luego precisó que «hay un sello distinto, somos diferentes y puedo decir con convicción que somos distintos. Él también lo ha dicho y lo agradezco. Me preguntaban el otro día cuál era la diferencia entre él y yo, y yo dije que él estuvo casi 30 años y yo llevo 3. Es decir, son 30 y 3, y la diferencia es un cero: yo soy sin cero (N. de la R.: esto, en un evidente juego con la palabra «sincero»). Y lo digo muy responsablemente. Yo no he faltado a ningún compromiso ni a ninguna verdad. Yo digo que controlamos la deuda, él dice que no. También dije me dio pena. Soy sincero».
MELLA: MEJOR MÉDICO QUE ALCALDE
Pero es esta afirmación de Calderón la que cobra mayor fuerza ahora en esta batalla electoral. En aquella entrevista a nuestro medio, el hoy Alcalde de Quillota también destacó la calidad de médico que tiene Luis Mella, diciendo que «jamás podría decir algo sobre el ejercicio de su profesión porque lo encuentro comprometido y además es muy buen médico. Jamás podría hacerlo. Para mí es mejor médico que Alcalde, pero del ejercicio de su profesión jamás. Ahora, si vamos a entrar en el ámbito de la gestión alcaldicia, conversemos de alcalde a Alcalde. La cercanía también tiene su lógica y variable en nuestro ejercicio. Tenemos audiencias públicas todas las mañanas. Yo llego a las 8:30 de la mañana todos los días y me voy a las 21:00 horas a la casa, porque en las tardes hago trabajo en terreno».
MELLA: EL ALCALDE DE MEDIO TIEMPO Y DOCTOR EN EL OTRO MEDIO TIEMPO
La lógica de un alcalde «part-time», que atiende las funciones municipales por las mañanas y ejerce como médico por las tardes y noches, es insostenible en una comuna que ha superado los 100 mil habitantes. Es esto lo que hizo por largos años Luis Mella. No podemos olvidar que incluso Contraloría consideró incompatible la asignación exclusiva que el Estado paga a los alcaldes para que tengan justamente dedicación solo para ese rol debido a que durante todos los años que fue alcalde, él siguió atendiendo a sus pacientes, por eso tuvo que devolver más de $80 millones.
Este modus operandi, cuyas costuras ya se hacían evidentes antes de la pandemia, dejó a Quillota con deudas millonarias y una presencia territorial escasa, especialmente en las localidades más rurales. Mella fue un médico que dedicó la mitad de su día a la alcaldía y la otra mitad a su consulta y pacientes.
Por años en la ciudad justamente el apoyo al doctor Mella se ha basado, en gran medida, en un voto emocional, arraigado en una suerte de deuda personal hacia el ex edil. Muchos votarán por él con argumentos como: «Voté por él porque ayudó a mi abuela, a mi mamá, a mi tía, etcétera» Son razonamientos emocionales que, si bien comprensibles, no guardan una relación directa con su desempeño como Alcalde, sino más bien con su rol como médico. En esta lógica subyace un problema fundamental: una «vuelta de manos» que no prioriza lo que realmente sería mejor para la comuna y sus habitantes.
La importancia del doctor Mella jamás ha estado en tela de juicio. Su dedicación a los adultos mayores y el cariño que le profesan son prueba de ello. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando los problemas de una comuna crecen al nivel de una ciudad en expansión? Con más de 100 mil habitantes y una demanda de servicios en aumento, se hace evidente la necesidad de un alcalde a tiempo completo, siempre presente y en terreno.
Óscar Calderón Sánchez no es solo el Alcalde actual. Fue durante años la sombra silenciosa del ex jefe comunal, Luis Mella. Ocupó el rol de administrador, fue Alcalde subrogante en innumerables ocasiones, y quien quedó al timón cuando Mella colgaba la banda para ponerse la bata de doctor. Los años pasaron y, mientras la comuna seguía creciendo, las necesidades se agudizaron. Nuevas problemáticas, derivadas del aumento demográfico, exigían respuestas urgentes que no admitían pausas ni medias jornadas.
En este escenario, Calderón fue como un engranaje invisible, vital entre bambalinas, asegurando que la maquinaria municipal no se detuviera. Sin embargo, si el doctor Mella regresara a la alcaldía, ya no estaría Óscar para mantener a flote aquellos «sueños imposibles» que tanto le gustaban al ex edil, proyectos que Mella defendía afirmando que «era inconcebible que los municipios no se endeuden». A esto, Óscar siempre le respondía con la serenidad de quien ve venir la tormenta: «Ese es un garrafal error, porque cuando el municipio tiene deudas, está endeudando a otro; a alguien no se le está pagando». Dos visiones contrapuestas, como el viento que aviva una hoguera frente al agua que intenta apagarla, dejando claro que las ilusiones sin sustento tienen un precio que alguien, en algún momento, deberá pagar.
Ahora, Óscar Calderón tiene el timón de la comuna, con más de 200 proyectos completados. Algunos de ellos son continuistas, alineándose con la visión del ex alcalde, mientras que otros son innovaciones premiadas, como la Escuela de Dirigentes, junto con muchos más que antes dormían bajo la escasa visión del doctor Mella. Si bien la bandera de lucha de Luis Mella era la salud y el bienestar de los adultos mayores, Óscar se ha hecho cargo de todas las demás banderas que el ex edil mantenía guardadas en el armario.
Ha expandido los proyectos mucho más allá de la salud; el adulto mayor no solo recibe atención en su hogar, sino que también se ha masificado el deporte como estrategia para prevenir enfermedades desde un inicio. El dirigente social puede verlo en esas tardes de domingo en la cancha del 20 de septiembre en San Pedro, en las sedes comunales de La Palma y en Rauten, por las estrechas calles del cerro Mayaca, llegando a cada rincón de la comuna, iluminando avenidas y promoviendo el buen vivir, siempre de la mano con la comunidad.
Óscar Calderón Sánchez no solo se convirtió en el Alcalde de Quillota; se transformó en el Alcalde de todos. Desde el niño que se ilumina con los eventos culturales, hasta el rapero que busca dónde masificar su arte. Para el adulto mayor que las clases de actividad física se han convertido en su refugio y punto de encuentro. También, es el alcalde del comerciante, del dirigente social y de cada rincón de la comuna. En estos tres años y algunos meses, Óscar ha tejido un lazo indisoluble con los quillotanos, convirtiéndose en el alcalde de todos, incluso el de Mella, mire este vídeo cuando pide su apoyo.
Hoy, con un Municipio que ostenta deuda cero, Quillota ha sido reconocida como la quinta ciudad con mejor calidad de vida en Chile entre aquellas con menos de 250 mil habitantes. Este avance es fruto de una gestión comprometida ya tiempo completo, que busca el bienestar de cada habitante. Mirando hacia el futuro, los quillotanos deben seguir por esta senda de progreso, evitando deudas y pensando en cada uno de nuestros vecinos.
La disyuntiva es qué tipo de líder quieren al mando de la ciudad. Al mejor doctor que ha tenido Quillota en los últimos 30 años o bien al mejor alcalde que la ciudad ha construido en esos mismos años que fue capaz de reducir a cero la deuda. Elegir un alcalde de medio tiempo y que también siga siendo médico o a uno que está 24/7 ahí disponible para la ciudad en general.
Son los quillotanos quienes elegirán a su tipo de líder este 26 y 27 de octubre, y ahí estará Puranoticia.cl para contar quién será el vencedor de esta histórica batalla, sí ganará el doctor o ganará el alcalde actual.
PURANOTICIA